Pasaron nueve años; y con ellos, quedaron sueños, fantasías, anécdotas, ... Buenos y malos momentos compartidos con amigos, alguna que otra travesura, y miles y miles de recuerdos que hoy se agolpan en la memoria como queriendo salir, intentando detener el tiempo para evitar la partida. Y una vez más, como hace nueve años, volvéis seguramente a estar asustados ante lo desconocido.
Hoy os vais, y por más que quisiéramos no podemos detener el paso del tiempo para que sigamos juntos en nuestra escuela, estudiando, corriendo, divirtiéndonos...
Lleváis un equipaje no demasiado pesado, pero que está repleto de ilusiones aguardando realizarse. Lleváis en las manos puñados de esperanzas, y en el corazón, quizá un halo de tristeza...
A nosotros nos dejáis vuestra alegría, vuestras risas, vuestras miradas, vuestros gestos... Y os aseguro que todo quedará muy bien guardado en nuestro corazón.
Ahora sí. Llegó el momento. Reprimamos por un momento toda esa melancolía, y no permitamos que oscurezca el brillo de esta graduación, tras tantos años de estudio y dedicación. Esta despedida no es un "adiós", es simplemente, un "hasta siempre".
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